viernes, 30 de enero de 2009

AUSENCIA SUBVALORADA

Cada vez que tengo un dolor fuerte me doy cuenta de que no le doy el valor suficiente a su habitual ausencia. Claro, uno lo toma como el estado normal. Pero en ese momento es un anhelo, una meta preciada, darías lo que sea por volver a esa ausencia. Así que ahora, cuando el mal momento ya pasó, no quiero olvidarme y cumplo con rendir mi humilde homenaje a la nunca suficientemente bien ponderada ausencia de dolor.

domingo, 18 de enero de 2009

Y... TODO NO SE PUEDE

A veces uno quisiera tener recuerdos más nítidos de momentos que estuvieron muy buenos. Pero si hubiera estado lo suficientemente sobrio como para recordar mejor, los momentos no habrían estado tan buenos.

martes, 13 de enero de 2009

ISRAELÍES Y PALESTINOS

Uno, que es partidario de la paz, prefiere siempre que no haya guerras. Pero si las hay, al menos que sean parejas, no un camión con acoplado contra un fitito con el motor fundido y una goma pinchada. Así no vale.

sábado, 10 de enero de 2009

UNA DUDA ACERCA DE LAS CONVERSACIONES ENTRE MUJERES

Supongamos que un sábado o domingo al mediodía se encuentran dos hombres que la noche anterior salieron por separado. Uno de ellos iba a salir con una chica. Entonces, cuando se encuentran, el otro le pregunta "y? cómo te fue? la pusiste?"

Ahora, mi duda es qué pasa con dos mujeres en la misma situación. Porque no pueden decir "¿la pusiste?". Tampoco creo que digan "¿te la pusieron?". Entonces, cómo dicen? Y no me vengan con que no es eso lo que preguntan, porque eso sí que no se los cree nadie.

martes, 6 de enero de 2009

UNA SITUACIÓN QUE SE REPITE

Termino de leer y me dispongo a dormir. Me quedo bien horizontal y me doy cuenta que la lámpara que uso para leer está encendida. Entonces evalúo las alternativas:

a. Apagarla.

b. Dejarla prendida.

Ventajas de "a": tener más oscuridad para dormirme y ahorrar energía.

Ventajas de "b": no tener que estirar el brazo.

Las opciones son claras y, tras un brevísimo instante de duda, cierro los ojos y me dispongo a dormirme.

Con la luz prendida, obviamente.